martes, 29 de noviembre de 2011

Pégale a tu hijo

Clase, durante la hora de PI he encontrado este artículo de nuestra queridísima columnista Rosa Montero.

En el artículo, la escritora se vuelve a lucir comentando las atrocidades que propone un pastor evangelista americano, que basa su teoría pedagógica en castigo físico, algo que me ha dejado tan impactado que no he podido resistirme a ponerlo en el blog.

Así que ya sabéis chicos, si en un futuro tenéis problemas con vuestros hijos, os aconsejo pegarles con una vara de plástico que desde el momento en que les peguéis, sus vidas serán mucho más plenas.

Opinar lo que queráis clase, y sí, se admiten insultos contra Michael Pearl, el pastor evangelista.

4 comentarios:

  1. Me parece denigrante que existan personas en el mundo con estos pensamientos, no entiendo cómo se han podido vender tantos ejemplares e incluso cómo se ha podido llegar a publicar este libro, en el que se supone, como dice el título, Michael Pearl nos enseña a “educar a los niños”, y lo pongo entre comillas porque creo que hace todo menos eso.
    Sólo hay que observar cómo comienza el primer capítulo del libro: “pégale a tu hijo”. Nunca he entendido ni voy a entender a todas esas personas, si es que pueden llamarse personas, que son capaces de pegar a sus hijos, es cierto que un tirón de orejas o un azote nunca vienen mal, pero de ahí a enseñar a tus hijos mediante el castigo físico utilizando tuberías hay una gran diferencia.
    Me quedo sin palabras al pensar en esas personas, sin escrúpulos, capaces de pegar, yo diría más bien maltratar, a niños indefensos de menos de un añito.
    Yo siempre he pensado que educando a tus hijos desde pequeños y enseñando lo que es correcto y lo que no, no hay que utilizar las manos, el castigo físico no sirve para nada.
    Para finalizar, creo que estas personas, incluyendo a Michael Pearl, únicamente tienen un lugar en esta vida, y ese lugar es la cárcel, merecen ser castigados aún más de lo que ellos son capaces de hacerles a los niños.

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  2. Si leyésemos el artículo el día 28 de diciembre me parecería muchísimo más coherente de lo que me parece ahora mismo. Es indignante que una "persona" pueda llegar a pensar así y más aun actuar de esta forma.

    Un cate nos lo han dado a todos y no viene mal pero de forma ocasional y en situaciones límites, pero de ahí a utilizar una tubería de la que se llega a determinar el diámetro y longitud para no dejar marca, me resulta increíble. No tenemos que llegar a este punto, ya que me parece mucho más humano educar a nuestros hijos con cariño y, sobre todo, cabeza que al fin y al cabo es lo que tiene resultado. Me es imposible creer que alguien sea capaz de pegarle a su propio hijo y más aun si no llega a tener ni un año... ¿Qué manera de querer es esta?

    Por más que lo intento no puedo llegar a comprender que haya personas que lleguen a ponerlo en práctica. En fin, este mundo no hay quien lo entienda.

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  3. Sin duda la noticia me ha escandalizado tanto como a vosotras. Me cuesta creer que se respete a este tipo de "individuos" que promueven el daño físico, y mucho más que se les permita publicar y poner al mercado un libro de divulgación de estos métodos. Incontables han sido los estudios psicológicos que han demostrado las deficiencias y perjuicios de estas técnicas, revelando que no llevan más que a la aparición de la ansiedad y la depresión infantil y que están directamente relacionadas con las conductas agresivas.

    Personalmente, opino que el castigo físico es un arma totalmente inútil o más bien contraproducente en la educación de los jóvenes. Los castigos deberían ir ligados a los privilegios, y con ello el que un niño no se portara del modo correcto no debería ser pagado con un golpe de tubería sino con la supresión de un determinado beneficio. Me gustaría destacar también lo brutal que me parece que el cura proponga pegar a los menores de un año, ¿De verdad estos podrían hacer una trastada que mereciera tal castigo? y en otro orden de cosas ¿no pensáis que una persona que, desde tan temprana edad fuera azotado por su padre, se convertiría en un ser incapaz totalmente dominado por sus miedos?

    Sin embargo, no me asombra que este hombre se esté haciendo rico con su libro en un país como EE.UU. Es un hecho el que día a día aumente el número de personas en dicho país que dudan de hechos científicos como la evolución y que apoyan a los líderes ultraconservadores del famoso movimiento Tea Party, ¿por qué no iban a guiarse por las enseñanzas de un líder espiritual como Michael Pearl?

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  4. Precisamente no hace mucho estuve comentando con unos compañeros el tema de reprender a los niños mediante el castigo físico. Uno de ellos decía que, si algún día tenía hijos y estos no se portaban como es debido, no dudaría en pegarles un bofetón.

    Por supuesto que es más fácil educar a los hijos con violencia. Todo el mundo sabe pegar guantazos y bofetones, pero a veces se nos olvida que son personas que sienten y padecen igual que nosotros los más "adultos".

    Nadie dijo de educar a los niños fuera fácil, pero creo que si una persona no está dispuesta a tener paciencia con su hijo, darle cariño y enseñarle de forma adecuada debería pensárselo antes de tenerlo, porque el que va a pagar las consecuencias va a ser su hijo.

    Como decía Rocío, a todos nos han dado alguna vez, pero que se emplee el castigo físico por sistema me parece una locura.

    No estoy de acuerdo, sin embargo, con el comentario de Mayo. Creo que zumbados hay en todas partes, no solo en Estados Unidos.

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