Nos ha llamado la atención la decisión tomada por Chadia, la menor de edad protagonista de esta noticia. Sabemos que normalmente son los padres de familias musulmanas o los maridos los que obligan a las mujeres, desde una edad muy temprana, a llevar puesto el "burka". Sin embargo, en esta ocasión parece que ha sido la chica de 15 años la que se ha negado a asistir al colegio si no se le permite llevarlo puesto, además de unos guantes. ¿Pensáis que realmente los padres influencian a su niña a tomar esta descisión, aunque lo hagan de forma indirecta?, ¿Créeis que el burka en los colegios públicos españoles debe estar prohibido? En el caso de que la respuesta sea afirmativa, ¿debería estarlo también el hiyab, pañuelo árabe que solo cubre el pelo? En nuestra opinión en los países de Occidente ya se respetan los derechos de las mujeres y admitir algo como esto lo único que supone es dar un paso hacia atrás. Así, ya que en otros países no podemos hacer nada, tratemos al menos de conseguir que en el nuestro la mujer no sea tratada como un objeto.
MªÁngeles Ortega Ortiz y Sara Glez. de la Higuera Cabrera.
Sin duda, la noticia plantea uno de los temas más controvertidos de la actualidad. La cuestión es: ¿se está atentando contra la libertad de expresión de esta chica si se le obliga a quitarse el burka o, por el contrario, se atentaría contra los derechos de la mujer en nuestro país si se le permitiera llevarlo?
ResponderEliminarA pesar de que no estoy muy convencida de donde acaba la libertad de expresión y donde comienza la violación de los derechos, opino que el principal problema es la mentalidad machista que, como Chadia, aún conservan mujeres de todo el mundo. Con respecto a las declaraciones que la menor realizaba ("Soy la mujer más feliz. No me importa perder el curso. Si no me dejan llevar el burka no quiero estudiar. Un hombre no me puede ver") solo puedo decir que me parece muy triste que aún haya personas que piensen que son inferiores solo por su sexo.
Por otra parte, pienso que obligar a alguien a hacer algo que no quiere solo puede empeorar la situación, sobre todo si se trata, como es el caso, de una persona con capacidad de decisión que ha elegido, según ella, llevar ese atuendo.
Por lo tanto, creo que habría que intentar cambiar la mentalidad de estas personas en lugar de obligarlas a abandonar sus costumbres, por muy arcaicas que nos parezcan.