domingo, 4 de diciembre de 2011

Ciudad Juárez, periodismo a vida o muerte

Hace poco estuve comentando con una compañera de clase el duro trabajo al que se enfreantan los correrponsales en ciudades tales como la que se expone en esta noticia, Ciudad Juárez, como ya sabéis, una de las más peligrosas del mundo.

Estuvimos comentando cómo podían ser capaces estas personas de fotografiar la muerte de gente, muchas veces inocente e indefensa, sin hacer nada por evitarlo. Pero sin lugar a dudas, llegamos a la conclusión de que la labor que estos periodistas desempeñan es  digna de admiración. Si no fuera por ellos se desconocerían las injusticias, horrores y sufrimiento que existen en otras partes del mundo. Estas personas, arriesgan sus vidas  porque tienen el compromiso consigo mismos de contar lo que ocurre ahí fuera y con ello luchar de algún modo por un mundo mejor, enfrentándose a amenazas continuas de narcos y sicarios, y teniendo que sufrir en numerosas ocasiones la pérdida de sus compañeros a manos de estas bestias. Las familias recurren a ellos  para encontrar a sus muertos, para buscar a sus desaparecidos, ya que las corruptas autoridades de estos países, como México, más que ayudar, son unas de las principales causantes de estos hechos.

Un fotógrafo del Diario de Juárez
 llora la muerte de su compañero
 Luis Santiago, asesinado por los narcos.- AP
En esta noticia se recoge parte del testimonio de tres mujeres valientes dedicadas a esta profesión. Cuando la violencia hizo que  las fuentes se secaran por miedo, ellas decidieron  seguir adelante convencidas de que “el mejor blindaje es seguir investigando” qué hay detrás de los homicidios.

Muchos pensarán que arriesgan demasiado por hacernos llegar esta información y sin embargo, estos sucesos siguen ocurriendo estemos informados de ellos o no. Pero, personalmente, pienso que si realmente no sirviera de nada lo que hacen ¿porque iban a a estar amenazados?, además su labor es imprescindible para que luchemos por un mundo mejor.

 Y vosotros, ¿qué pensáis?.

2 comentarios:

  1. En mi opinión, es verdaderamente loable el trabajo de estos profesionales que, poniendo en juego sus vidas, tratan de informarnos sobre la difícil situación que se vive en estos lugares. Por ello, considero que se les debería conceder una mayor protección , así como mejores sueldos (en los que se reflejara el peligro que corren sus vidas) y que ,de este modo, fuera nula la posibilidad de que estas personas fueran asesinadas en acto de servicio.

    Por contra, me gustaría criticar la importancia que se le concede al periodismo de la prensa rosa en nuestro país, cuyos trabajadores son los mejor pagados dentro del mundillo periodista. Este tipo de periodismo, no puede ser más que calificado como basura, pues su objetivo es tan solo el de adentrarse en la vida personal de esos "famosos"(cuya fama, en la mayoría de los casos, la han conseguido tras tirarse a otro personaje conocido) que ,tristemente, son más reconocidos que los auténticos héroes como Luis Santiago, el periodista asesinado.

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  2. Sin duda alguna, las actividades que llevan a cabo estas tres mujeres al igual que sus compañeros del "Diario de Ciudad Juárez" y corresponsales de guerra en general (donde incluyo también a los fotógrafos) son dignas de aplaudir.

    Realmente, alucino cuando pienso en el enorme valor que deben tener estas personas. Están especializadas en una rama del periodismo que creo que pocas personas son capaces de ejercer, pues, como comentaba con Paula hace unas semanas, tienen que tener una preparación psicológica increíble. Resulta estremecedor la impotencia que supongo que sentirán estos corresponsales al presenciar las muertes más inhumanadas posibles a pocos metros de ellos y no poder hacer nada para evitarlas en ese momento. Sin embargo, a su vez, también tienen que estar totalmente orgullosos de su labor, ya que están informando al mundo de los sucesos tan infrahumanos que tienen lugar a la vez que arriesgan no sólo su vida, sino también la de los de su alrededor.

    En otro orden de cosas, desconocía que en Ciudad de Juárez el número de feminicidios fuera tan alto y, por lo que he leído, parece que las autoridades no les conceden la importancia que se merecen y toleran estas torturas acompañadas de asesinatos a mujeres. Por eso, admiro, más aún, a estas tres mujeres que luchan, de alguna forma, por acabar con estos escalofriantes delitos.

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